Entra firme y ágil como plantando cara, enérgica y situando
a cada uno en su sitio, nadie se rebela ni apunta maneras, acaba de llenar la cafetería
con su paso y los demás siguen tomando su café, su mirada es inquietante, te
aborda y ya no te meneas, el mensaje invisible dice, -qué pasa aquí. Nadie
osaría contradecir, pero todos saben quién puede y no debe. Ni atisbar una
observación, seguro que tiene una carta que pone su nombre. Contundente y
firme, también poderosa.
Procede saludar, entre la timidez y no sentir que fueras
objeto de interés, -¿dije poderosa? Y rápida, sagaz, valiente, inquieta, intrépida,
testaruda y "arropadora", comprensiva, sensible…
No dio tiempo a decidir cuando recogiendo mi café, una voz
firme y perturbadora de tono masculinamente femenino y con usual autoridad me
alerta y pone firme, -¿cómo vas?, ¿aprobarás todo, no?, te he puesto en cartelera,
el 2 de julio estás en turno de tarde, así que tu verás.
Muchos años ya de esto, cuando no supe contestar entre la
emoción y el entusiasmo, la perplejidad y el asombro incrédulo...-¡sí!, claro- desde
luego lo que no sabía, es que la pérdida irreparable de esa persona, me hiciera recordar
un momento, una etapa, un ciclo, estudiante de enfermería en el último año de
carrera y en vísperas a pocos días de culminar. Un recuerdo tras otro, valorando lo fugaz y lo sencillo, como hoy me decía un amigo..."la vida...te para y empuja, te entretiene y te atrapa, te trae y te lleva..."
Ese momento y otros, en los que en la distancia y en la
cercanía, en el acuerdo y en el desacuerdo, en el arrebato y en la testarudez,
en el cariño y en la comprensión, en la dureza y en las confidencias, pude estar
cerca y aproximarme a lo que son las personas.
No has avisado, no querías dejarnos, seguías imparable...
.
Carmencita, compañera, admiro tu testimonio y legado, lo que
queda, lo que significas, lo que has vivido y experimentado, tu fortaleza y tu
debilidad, tu energía y posicionamiento, tu orden y castigo, tu benevolencia y
tu condescendencia. Tus ganas de seguir ayudando y gestionando el desorden… lo
demás no importa, ¿qué dejaremos los demás?. ¿Qué dejarán esos, los que no son
capaces de entender más allá de los pasillos y corrillos?, ¿Qué dejarán los que
no entienden que esto llega y pronto pasa?.
Buenos dias, Bienvenidos a todos a
este acto-homenaje de reconocimiento a nuestra coordinadora de Trasplante…
Carmencita.
Y quería aprovechar en primer lugar,
para disculpar la ausencia del Director Gerente que en estos momentos se
encuentra reunido junto con la Consejera de Hacienda con la Delegación del
Banco Europeo de Inversiones, en la negociación de la financiación de la futura
obra, Decía que hoy la casualidad, el
azar, ha querido que sea yo quien represente a nuestra Institución en este
homenaje y ello me complace por doble motivo.
Por una parte desde un punto de vista
personal, porque también el azar, la suerte, hizo que yo fuera alumna en su entonces unidad
de politrauma, y así la conocí en su “hábitat”, oyendo por primera vez, con su
característico tono…-tú aquí, tú allí, tu a desayunar, tu llevas las analíticas,
tienes 20 minutos!-, fue un rotatorio de mucho aprendizaje y… ¡no lo debí de
hacer mal! porque ese verano, ella me reclamó para trabajar en su unidad, eso sí,
previa “ficha de antecedentes”… y allí trabajé por primera vez.
Pero como os decía, también desde un punto de vista profesional y como enfermera, me
llena de orgullo y así lo quiero transmitir, que Carmencita sea reconocida como merece es indispensable y de necesidad institucional...una trayectoria de impacto en la organización, interno y externo también, porque traspasó las paredes del humv y es referente en otras comunidades.-Lo difícil que es llegar a este tipo de
reconocimientos-.
Hablar de Carmencita supone hablar de
Trasplantes y no lo voy a hacer, porque los expertos que hoy nos acompañan, son
los que deben hacerlo y por tanto me centro en su papel y su significado.
Resulta irresistible no mencionar o
destacar, que el Trasplante y Donación en este hospital, guste más o guste
menos, indiscutiblemente va ligado a su nombre, a su dedicación, a su
protagonismo, a su organización, a su impacto y a su “genio y figura”, ella, la
coordinadora de trasplantes o como le llaman en algunos foros…coordinadora de
médicos…Carmencita.
Pero… ¿Qué ha supuesto Carmencita para
el Hospital, para el Trasplante…
Pues lo que todos visualizamos cuando
pensamos en ella.
Ella ha significado…coordinación,
organización, decisión, apoyo a familiares, aumento de donaciones,
facilitación, ordenación, cohesión de equipos y referencia nacional, por ello quiero
decirle que por encima de procesos inevitables, ella es y será nuestra
coordinadora de Trasplantes, aquella a la que
pacientes, familiares, profesionales y ciudadanos en general quieren e
identifican, ellos que son los que hacen posible el milagro del Trasplante,
gracias a su generosidad desinteresada.
Por ello, Carmen, todos los que
estamos aquí y puedo asegurarte que los que no están también, te damos las
gracias. Una palabra muy corta y breve para una trayectoria tan larga y vivida en
crecimiento personal y profesional, pero dicha desde el sentimiento de
reconocer el valor aportado.
Zulema Gancedo. Directora de Enfermería. 2013
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