Me arrecia Fer Campaña y siento como fluyen los temas de
máximo interés y lo grande que es nuestra profesión. Mil temas y un aparte, y el
día que toca cocer no ataco las teclas hasta que finalmente ocurre un
detonante.
Nuestra profesión crece de manera inusitada en imagen,
desarrollo propio y autónomo, que no colectivo, en eso que tanto ansío y que
venimos a llamar, Responsabilidad corporativa. Además cada vez nos acompañan
con más convencimiento aquellos profesionales que no podrían entender su
profesión y su ejercicio si no es en el marco colaborativo de una profesión
como la nuestra. Pero está bien, aún queda mucho por andar, mucho por caminar
largo e ir construyendo, hemos movido muchas piedras, ajenas y cercanas,
lejanas y en la pared de al lado.
En el día a día, hay algo que no cuaja en corto y es que la
distancia entre profesionales es bien distante. Es la distancia entre
profesionales de distinto ámbito, la docencia y la clínica, la gestión y la
operativa, la investigación y todos los demás. Y es la distancia entre nosotros
y en el mismo ámbito. Bien es verdad que en cierto modo hemos ido acortando
distancias y los encuentros reales en diferentes formatos, las reuniones de
trabajo, fórums y desvirtualizaciones generan mucha emoción y recarga de pilas
para seguir caminos espinosos y también entusiastas. Pero, ¿qué sucede en el
día a día?. ¿Qué poema desdichado oyeron las enfermeras para desatar sus
penumbras en el ejercicio más honroso que es gobernar a sus propios colegas?.
Es probable que muchos de nuestros profesionales, no hayan
aún experimentado semejantes rescoldos, pero es cierto que aún con haches “H”,
algunos profesionales no son capaces de asumir con normalidad, el afrontamiento
de proyectos de gobierno y gestión de mayor o menor empaque, y si la humildad
no controla sus sombras, esos rescoldos serán la única mísera luz entre
cenizas.
La gestión es muy dura, es un proceso de madurez, es una
oportunidad de crecimiento y desarrollo personal, para uno mismo y hacia los
demás. A través de personas, de acciones, de voluntades, de coraje, de pulso,
de firmeza, de desinterés personal y propio, de abogacía hacia los tuyos, de
grises sin blancos, de negros sin gris. De perder con entusiasmo y reseteo
continuo, de disfrutar con los tuyos y también con sus logros, de mantener la
mirada y el entendimiento inocente… aunque te haga más vulnerable, y también
más libre.
La gestión también es vida, vida y religión, es clasista y
también esclava, es torrente y parálisis acostumbrada, es amante y también
casada.
La misma que te trae y te lleva, a una región inhóspita,
atrayente y sembrada, de todo y nada, de indiferencia e imposibilidades, de
valor y logros. Contradictoria y falsa, enorme y ruin. Una cima de altitudes diferentes, con acampadas
en soledad, al albur de las nubes y tormentas, de duro frío y eterna madrugada.
Es torpe y es certera, atinada o insostenible. Posicionada e
interesada, vendida y agazapada.
¿Es eso?, una arma refinada, de antiguo pensamiento que
recrudece y embiste sin discriminar si no vas vestido de colores, ese arma
poderosa que no es más que un sistema de ordenamiento a buen recaudo por fieles
servidores, bufones de su propia imagen e interpretación.
No, no es esa, es una única y posible. No es triste y
tampoco tremebunda, es alcanzable y soberbia, es la forma y el pan de cada día,
también de quien hace comunión o no llega. No, no es esa, no es posible, ni con
escuadrillas, ni flotillas, es por y para un colectivo respetado y respetable,
ansioso por crecer, atrevido y adaptable, con proyección y solvencia,
resolutivo y generoso, necesitado de apoyo y extinción de barreras, estas
mismas y las externas, las que nos restan, las que merman orden y
posicionamiento, desarrollo y alcance, impacto y reconocimiento.
Es eso, herramienta de uso y de orden. De norma flexible, de
facilitación y comprensión. De guía y camino, de entresijos con finales. De
cohesión y adherencia, por salud y bienestar. Capaz de permitir instrucción, comprensible y
grávida, rica en matices, llena de posibilidades. De aproximación entre
distancias, cortas y emprendedoras para mayor gloria y cohesión, de un
colectivo, de una profesión y un entorno saludable.
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Respeto y sentido, del común también