VUELTA AL CONFORT...
Tres meses de contención y confinamiento y otras acciones previas de presión y hostigamiento no acaban de posponer o mermar esas ganas de emprender y luchar por lo que creo es innegable desde nuestro contexto profesional y en nuestro marco sanitario, la necesaria presencia y participación enfermera. No me canso de sentirlo, si más de replicarlo, aunque empiezo a entender que la vida laboral empieza su cuenta atrás y no siendo esta lucha de corto plazo, parecería razonable ceder y dejarlo para mayores pudientes, o acabar así en lo que quede por venir. Ha sido en el duro camino de la profesionalización y pasando por distintas áreas de especialización y desarrollo donde he aprendido lo que llevo en la mochila, y no se acaba de llenar, siento la inquietud constante por aprender de las circunstancias, de los medios, de las oportunidades y sobre todo de las personas que tienen algo que ofrecer y son capaces de compartir. También he aprendido de las otras, de las que no solo no aporta...